Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

367. La Piedra de la Felicidad

June 19, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 4 Episode 100
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
367. La Piedra de la Felicidad
Show Notes

Bienvenidos a había una vez, Mi nombre es Juan David Betancur Fernandez. hoy llegamos al cuento final   de la cuarta temporada . Debo decir que este experimento que comenzó hace casi tres años se ha convertido en la más bella aventura para mi. Con casi cuatrocientos cuentos y 200.000 reproducciones humildemente me siento abrumado por la acogida que han tenido estas historias. Lo he hecho pensando que es el cuento el real protagonista y que es a el a quien me debo, para que nunca mueran en el olvido. Para mi ha sido un camino fabuloso literalmente y quiero agradecerles a todos ustedes que me acompañan en este pequeño camino. Honestamente no se hasta donde lleguemos pero mi compromiso de continuar esta aquí. La siguiente temporada iniciara el primero de agosto y espero que me sigan acompañando. Muchas gracias de todo corazón. Y aquí el cuento 100 de la cuarta temporada. 

 

Había una vez un hombre que se quejaba de todo. Este hombre era reconocido por ser uraño, mal geniado y siempre se veía triste. Tal era su amargura que aquel hombre era casi un hermitaño que no salia nunca de su casa ya que sufría constantes dolores y achaques. Un día llego a su casa un ser mágico que al ver su cara le dijo que el conocía el secreto para cambiar su vida. Que lo único que tenia que hacer era encontrar la piedra de toque. 

La piedra de toque . Que estupidez es esa dijo el amargado. 

 

La piedra de la felicidad  es un talismán que le da a todos los que la encuentran felicidad y les cumple sus deseos. Esta piedra se encuentra oculta en la playa entre otras millones de piedras, por eso es tan difícil encontrarla, pero puedo asegurarte que el que la encuentre, encontrara la felicidad eterna. La podras distinguir porque es la única que se siente palpitar como un corazón y se siente tibia al tacto. Los demás guijarros y piedras son fríos y rigidos. Esta es fácil de identificar cuando la encuentres. 

 

El hombre que ciertamente confiaba en su amigo el mago decidió intentarlo y al otro día salió al amanecer de su casa dispuesto a ver que sucedía. Llegando a la playa se agacho con mucha dificultad y cogió un primer guijarro. Este como era de esperarse era áspero, duro y frio. No era la piedra de toque, así que simplemente lo tiro al mar. 

 

Luego se agacho y tomo otro y era similar al anterior y de nuevo lo tiro al mar. Y así continuo lentamente por cerca de una hora. Desilusionado se fue para su casa y como de costumbre se encerró a maldecir su suerte. Al siguente día se levanto de nuevo temprano y se fue a la playa a buscar la piedra de la felicidad, de nuevo fue recorriendo palmo a palmo la playa levantando una a una las piedras que iba encontrando y tanteandolas para sentir si palpitaban y si eran tibias al toque. Pero de nuevo todas eran frías y todas las iba tirando al mar.  Esta práctica se repitió toda la semana y luego todas las semanas y meses del año. Siempre era la misma rutina. Se levantaba al salir el sol, caminaba por entre los senderos que llevaban a la playa mientras la briza del mar le llegaba suavemente. Luego por una hora se dedicaba a caminar por la playa con los pies descalsos y recogia pequeños guijarros y si no era la piedra de la felicidad simplemente miraba el mar y respirando profundamente el aire suave tiraba el guijarro hacia el mar. 

 

Realmente con el tiempo se fue encariñando con la rutina. Disfrutaba mirando el mar, la caminata por la playa, el sonido del oleaje y el canto alegre de las gaviotas que lo acompañaban. Ademas, se sentía mucho más joven con el ejercicio y el pemanente esfuerzo de agacharse infinidad de veces a recoger guijarros. Con el tiempo aprendio además a tirar las pequeñas piedras a que revotaran en la superficie del mar. La verdad que era divertido. 

 

Después de varios años haciendo lo mismo, ya lo hacia como una constumbre y se sentía libre to