Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

391. El cuarto oscuro

October 03, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 24
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
391. El cuarto oscuro
Show Notes

Había una vez un narrador oral que se despertó en un cuarto oscuro y vacío. Este cuentero no sabía como había llegado allí, pero por el eco que las pareces producían cuando el se movía sabía que solo estaba el en aquel cuarto y que no había nada, absolutamente nada en el. 

 

A tientas comenzó a moverse por aquel cuarto tratando de identificar las dimensiones que pudiera tener aquel lugar en que se encontraba y rápidamente se dio cuenta que no era más que un cuarto regular. Un cuarto que pudiera ser parte de cualquier casa en cualquier pueblo y en cualquier reino. 

 

Con sus manos fue recorriendo las paredes hasta llegar a la siguiente pared y así hasta completar las cuatro paredes. Sus ojos si bien estaban ya totalmente abiertos y alertas no alcanzaban a ver absolutamente nada. Su nariz tampoco alcanzaba a distinguir ningún olor determinado y obviamente no estaba dispuesto a utilizar su lengua para probar ni el suelo ni las paredes. 

 

Básicamente se encontraba atrapado en la nada. Una nada que lo cubría y que solo encontraba sus límites en la dura y fría realidad de una pared cualquiera que fuera. Después de recorrer palmo a palmo las paredes reconoció extrañado que ninguna de ellas tenia una hendidura que pudiera ser parte de una puerta. No había picaportes, no había rendijas de unión. Todo era absolutamente frio y continuo. 

Siendo un narrador oral, sabía que solo tenia un recurso. Su voz. Con aprehensión se atrevió a producir un sonido, como quien trata de levantar una mano después de que se ha desmallado en la calle. Como tratando de ver si todavía algo funciona en su cuerpo. Con extrema lentitud trato de pronunciar un solo vocablo. Alo… Alo… repitió. Y efectivamente de su boca salió aquella palabra  y la pudo escuchar con sus oídos y luego un eco le devolvió un lo lo. El resultado incompleto de una onda sonora que golpea una pared y regresa. Sabía que podía hablar, sabía que podía oír y sabía que su mente aún funcionaba. 

 

Desorientado aún por la extraña experiencia de estar allí en un espacio profundo y oscuro, comenzó a pensar cual seria su próximo paso. Podría gritar… Claro así alguien lo escucharía y vendrían a rescatarlo. Tomando fuerzas lleno sus pulmones de aire y con toda la  caja de resonancia de su cuerpo grito tan fuerte como pudo y allí pudo escuchar su propio grito y el ensordecedor eco que golpeaba una y otra vez las paredes. Con sus manos tuvo que tapar sus oídos para no perder la cordura. Y nadie apareció. 

 

Su intento no había resultado. Sabía que por mucho que gritara nadie lo oiría y que finalmente no le serviría para salir de allí. Su cerebro comenzó a  correr cada vez más y más rápido, debía encontrar una solución, tenia que salir de aquel vacío oscuro y permanente. 

 

Y de pronto se atrevió a lo más osado que el conocía. Tomando aire, levanto la cabeza y dijo con toda entonación. 

 

Había una vez. Y pudo sentir como de su boca salían aquellas letras menudas que ante la falta de quien oyera inmediatamente comenzaron a caer al suelo. Y aquel narrador las escucho golpear el piso y escucho el sonido de cada letra desperdigándose seguidas de un pequeño eco.

Y luego un silencio más profundo y oscuro invadió aquella habitación. 

 

El narrador se sobrepuso a la sensación de soledad y tomando de nuevo aire comenzó a decir, Había una vez un narrador oral que se encontraba en una habitación oscura y decidido comenzó a contar un cuento. Y a medida que seguía con su cuento y la narración las palabras fueron llenando aquella habitación y cada una de las letras fueron buscando su lugar en la habitación y con el pasar de la historia todo se fue llenando de sonidos, palabras, letras y signos de puntuación y de pronto era tal la cantidad de caracteres los que componían la historia contada por aquel narrador&