Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

393. El Ermitaño y la muerte (Leyenda India)

October 08, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 26
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
393. El Ermitaño y la muerte (Leyenda India)
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Había una vez un ermitaño que vivía en la ladera de una escarpada montaña de la india. El ermitaño, un hombre ya de avanzada edad, con sus cabellos blancos y su rostro arrugado vivía allí desde hacia más de 60 años y gracias a la meditación había podido desarrollar un sinnúmero de poderes que los mortales no podían realizar. 

S mente continuaba siendo ágil y dinámica  y debido a su constante práctica de ejercicios mañanero su cuerpo era tan flexible como el de un joven 60 años más joven. Sometiéndose a toda suerte de disciplinas el ermitaño , había obtenido un asombroso dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y las fuerzas divinas. 

Su mente era capaz de levantar objetos y transportarlos a otro lugar, era capaz de convertir un metal en otro y era capaz de comunicarse telepáticamente con otros seres. Era un prodigio. 

 

Pero, a pesar de ello, aquel hombre tenia una debilidad que era consecuencia de su propia apreciación de sus habilidades sobrenaturales. Nunca se había podido deshacer de su Ego. Se consideraba superior a todos en el mundo y la humildad nunca había llegado a su alma. 

 

un día Yama el señor de la muerte del Tibet decidió que era hora de llamar a su presencia aquel viejo ermitaño y envió un emisario para que recogiera el cuerpo y el alma de aquel hombre y lo trajera a su presencia. El emisario rápidamente empaco sus cosas y comenzó su viaje hasta aquella lejana montaña donde vivía el  ermitaño, cuando el emisario de Yama comenzaba a subir la escarpada montaña,  el ermitaño con su fina clarividencia detecto su presencia y adivino sus intenciones y no dispuesto a que se lo llevaran al inframundo, uso uno de sus más avanzados poderes. La ubicuidad.  De esta manera proyecto 39 formas idénticas a la suya. Cuando el emisario de la muerte entro en su cueva en la montaña vio que había 40 cuerpos iguales distribuidos por toda la cueva. Todos ellos con la figura y las maneras de aquel ermitaño. Confundido y sin saber que hacer, el emisario de Yama dio media vuelta y maldiciendo se regreso hasta el inframundo donde se encontraba Yama. 

 

Frente al dios de la muerte, le explico que había sucedido y como el ermitaño lo había engañado hasta tal punto que le era imposible escoger uno de los cuerpos para traérselo consigo. El Dios Yama que había visto todo y todo lo comprendía, se acerco a su emisario y le dio unas breves instrucciones. El emisario sonrió y deseoso comenzó el camino de regreso donde el ermitaño. 

 

De nuevo el ermitaño presintió la llegada del emisario de la muerte y seguro de si mismo simplemente decidió repetir la hazaña y crear 39 copias del mismo para de nuevo confundir aquel ser que venia por el. 

 

De nuevo 40 cuerpos idénticos lo esperaban en las profundas entrañas de la cueva y el emisario se plantó frente a ellos diciendo. 

 

Veo que de nuevo están todos ustedes reunidos para que yo no pueda reconocer quien es el ermitaño verdadero. Y prendiendo una antorcha comenzó a recorrer uno a uno los 40 cuerpos y después de recorrerlos todos dijo. 

 

Muy buen trabajo. Ciertamente cualquiera que sea el verdadero realmente tiene muy bien desarrollado el poder de la ubicuidad y debo felicitarlo. Pero también he de decir que en los detalles esta la perdición. 

 

Después de haber recorrido todos y cada uno de ellos puedo determinar que por perfectos que sean siempre hay algún pequeño fallo en la reproducción y este fallo salto a mi vista entrenada inmediatamente. 

 

Al oír esto el ermitaño se sintió herido en su orgullo y dejando que su ego hablara por el dijo. 

 

No es posible. Dígame inmediatamente cuál es el defecto si es que existe. 

 

El emisario sonrió y dijo. 

 

Este es el defecto. Su ego lo ha delatado y