Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

395. El caminante

October 12, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 28
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
395. El caminante
Show Notes

Había una vez un hombre que caminaba por un camino  con su caballo y su perro. El hombre se sentía muy extraño y no recordaba como había llegado a ese camino. Iba caminando muy tranquilo, y de vez en cuando acariciaba a su caballo y a su perro, y ambos le regresaban el saludo como solo los caballos y los perros pueden hacerlo. Después de un tiempo en ese camino, el hombre vio que se estaban acercando a una puerta de oro con un portón igualmente de oro. Allí en la puerta se encontraba un hombre que los saludo muy amablemente. 

Buenos días. Le dijo al caminante. Bienvenidos. 

El caminante que no recordaba en absoluto porque estaba en aquel camino, simplemente le respondió. 

Disculpe. Estamos un poco perdidos. No sabemos por donde estamos caminando y realmente no sabemos que es este lugar. 

El guardia de la puerta se sonrió y le dijo. Hombre. Ustedes 3 están muertos. 

Muertos. Respondió el caminante. No puede ser. 

 

Pues si puede ser porque este camino es el camino de las almas que recorren hacia el destino final y no es infrecuente que los que mueren no se hayan percatado de que murieron. Es posible que ustedes tres hubieran tenido un accidente y aquí están de camino hacia la otra vida más allá de la vida. 

Y entonces este lugar que es. 

El guardián le dijo sonriendo. Pues esto es el Cielo mi amigo. 

 

El cielo. Que bien Gracias a dios que hemos llegado. Sera posible que nos dejen entrar. Ya sentimos el cansancio de tanto caminar. 

El guardián lo miro y poniendo cara seria le dijo. 

La verdad es que usted puede entrar con mucho gusto, pero su caballo y su perro no pueden entrar. 

El caminante extrañado le dijo. Como así que mi caballo y mi perro no pueden entrar. Si ellos siempre me han acompañado a todas partes. 

 

Lo siento dijo el portero. No pueden porque los animales no tienen alma y las reglas son muy estrictas aquí en el Cielo. 

El caminante muy enojado dijo. Pues entonces yo no entro y me voy a buscar un sitio donde me reciban con mi caballo y mi perro y dándose media vuelta tomo un camino que cogía hacia la derecha. 

Después de algún tiempo y ya cansado y sudorientos el caminante, el caballo y el perro llegaron a una lugar con una compuerta humilde donde estaba otro vigilante. 

Allí temiendo lo peor, el caminante saludo. 

 

Disculpe. Estamos muy cansados y necesitamos un poco de agua. 

Claro, dijo el vigilante saltando alborozado. Aquí pueden entrar y tomar el agua que deseen. Dentren para dentro que no hay ningún problema. Allí pueden ver un fuente de agua y junto a ella pueden ver algunos arboles frutales, pueden beber y comer los tres sin ninguna dificultad. Son bienvenidos. 

 

El caminante sorprendido por tan amable recibimiento y recordando las enseñanzas religiosas que había recibido. Empezó a preguntar con mucho temor. 

Ahhh pero antes de entrar tengo como una preguntica muy importante. 

Este sitio como se llama. 

 

Como se llama, rio el vigilante. Ya veo que ustedes tres si están perdidos. 

 

Pues este sitio es nada más y nada menos que el cielo .

El cielo … Un momento. Hace un rato estuvimos en otro sitio con una puerta de oro y portón de oro y allí el encargado nos dijo que ese era el Cielo y que como era el cielo ni mi caballo y mi perro podían entrar . Como puede ser aquí el cielo si allá nos aseguraron que era el mismísimo cielo. 

 

El vigilante simplemente soltó una carcajada y con su voz profunda les dijo. 

 

Noooo Ni de fundas. Ese lugar con la puerta dorada es nada más y nada menos que el infierno y quien los recibió es el mismísimo demonio encargado de la portería.  

El caminante furioso le respondio Pero eso&