Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

396. El Alfiletero y la Anjana (Infantil)

October 16, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 29
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
396. El Alfiletero y la Anjana (Infantil)
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Había una vez en la antigua Cantabria en lo que hoy conocemos como España, un hombre muy pobre que vivía a las afueras de un pueblo con su hijo. Como el muchacho era aún muy niño no lo acompañaba al pueblo asi que se quedaba en la casa esperándolo. 

Por aquellos parajes vivían unas hadas buenas que llamaban Anjanas que se dedicaban a ayudar a las personas que tenían problemas y generalmente vivían cerca a las fuentes de agua y los riso., pero además vivían un monstruo terrible llamado ojancano con un solo ojo y de 7 metros de altura y que vivía en cuevas. Las anjanas tenían como enemigo el ojancano ya que este recorria los bosque tratando de encontrarlas para aniquilarlas. 

Un día, una anjana que estaba sentada en una roca cerca de un riachuelo oyo el sonido de un ojancano en el bosque cercano y corriendo se levanto para huir de allí. Desafortunadamente, el alfiletero que tenía  se le cayo sin que se diera cuenta. Momentos después del pobre hombre que se dirigía hacia el pueblo vio el brillo del alfiletero al lado del riachuelo y curiosos se agacho a recogerlo. Era un alfiletero de plata con incrustaciones de nacar. Al abrirlo vio que este tenía cuatro alfileres con cabeza  de diamante y 3 agujas de ojo de oro. 

 

Inmediatamente pensó en su buena fortuna y el dinero que obtendría vendiendo el alfiletero en el mercado del pueblo. Pero a medida que se acercaba un temor invadió su mente. Si intentaba vender dicho objeto tan preciado, era posible que alguno de los habitantes del pueblo lo acusara de haberlo robado, y lo metieran a la cárcel. así que cubrió el alfiletero con un pañuelo y lo guardo en un bolsillo del pantalón. 

Al mismo tiempo que esto sucedía, el hijo había decidido salir a explorar y imprudentemente había tomado el camino que llevaba al bosque. Y allí después de recorrer algunos metros se había topado cara a cara con el Ojancano y este lo había apresado y se lo había llevado a su cueva. 

Cuando el pobre llego por la tarde, tarde, encontró que su hijo no estaba y desesperado salió a buscarlo, pero con la noche cayendo se tuvo que regresar. Amargamente lloro aquella noche y al día siguiente salió de nuevo cogiendo el camino hacia el pueblo para ver si encontraba a su hijo. 

Al pasar por el riachuelo vio a un vieja que estaba cosiendo junto a una roca y justo cuando el pasaba vio como a la vieja se le rompía la aguja. La vieja miro al hombre y le pregunto. 

Disculpe. ¿No tendrá usted una aguja por casualidad?

El pobre recordó inmediatamente el alfiletero y extrayéndolo  de su bolsillo,

Claro. Acabo de encontrar este alfiletero y tiene tres agujas. Tome usted uno y abriendo el cofrecito de plata y nacar le dio una aguja de oro a la vieja

-Siguió por el camino y vio una muchacha muy bella que está cosiendo un vestido y justo cuando paso por delante le sucedió lo mismo. Se le quebró la aguja. Y la joven sonriéndole le preguntó si tenía una aguja. 

El hombre se apiadó de ella y sacando otra aguja de oro se la entregó. Y continuo su camino. Luego vio una viejita pobre cosiendo su bolso y cuando el hombre pasó su aguja se le cayó y perdió. Le pregunto al hombre si tenía una aguja y como en los casos anteriores el saco el alfiletero y con gusto le dio la última aguja. 

Luego casi llegando al pueblo vio una mujer joven que estaba tratando de reparar una falda que se le había descosido. Y casualmente le pregunto al hombre si tenía algunos alfileres que le pudiera regalar. El pobre solo tenía los 4 alfileres de cabeza de diamante y sin pensarlo dos veces abrió el alfiletero de plata y sacando los alfileres se los dio a la asombrada mujer que no podía creer la gentileza de aquel pobre mendigo. 

Después de pasar todo el día en el pueblo tratando de encontrar a su hijo se interno entonces en el bosque y allí después de caminar varias horas se encontró con un rio que no lo dej