Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

399. Las Calabazas (infantil)

October 24, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 32
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
399. Las Calabazas (infantil)
Show Notes

Había una vez una familia que vivía en el campo y vivían de cultivar calabazas para venderlas en el pueblo. Generalmente las semillas de calabaza se sembraban durante los primeros días de abril y después de esperar muchos días las plantas comenzaban a crecer y producían los frutos que iban e iban creciendo, luego de un tiempo podían ver como se iban volviendo de color naranja y cuando ya estaban grandes y maduras las recogían, y montándolas en una carreta las llevaban a la plaza del pueblo para venderlas. Así habían vivido durante muchos años, sembrando calabazas y cosechándolas para vender. 

 

Un día, sin saberse de donde, llego a aquellas tierras unos seres terribles que comenzaron a aterrorizar a los habitantes durante las noches. Estos seres recorrían los campos con sus cuerpos de lobos y sus caras de demonio buscando que animal o humano capturar para comérselos. Estos seres esperaban la caída del sol para salir del bosque y recorrían campos y caminos. Por esta manera los habitantes de aquella región siempre se quedaban resguardados en sus casas por la noche. 

 

Aquella familia que cultivaba las calabazas habían cargado durante una mañana las calabazas maduras que tenían listas para vender en el pueblo y el padre, la madre y los 5 hijos se habían montado en su carreta en dirección al mercado. Pero aquel día no sería como los otros días. Durante el trayecto hacia el pueblo, una de las ruedas de la carreta se quebró y todavía estaban a mitad de camino. Con la carreta llena de calabazas y tratando de reparar la rueda de madera, el tiempo iba pasando y con temor veían que el sol pronto se iba a ocultar. 

 

Sabiendo que durante la noche los monstruosos seres mitad lobo mitad demonio salían a cazar se preguntaban que podían hacer para no ser devorados. Nadie pasaba por aquellos caminos ya que todos se habrían ya resguardado en sus casas. 

 

De pronto la noche se volvió una realidad y del bosque vecino comenzaron a salir unos aullidos y uno gritos terribles que presagiaban que los monstruos estaban ya listos para sus correrías de caza. 

 

El padre preocupado les pidió a los hijos que se ocultaran, pero el menor de los muchachos que era muy inteligente dijo. 

Papa. Y si asustamos a los monstruos. 

 

Asustarlos, como se te ocurre decir eso, si ellos son fieras feroces. 

 

Noo papa dijo el muchacho. Tenemos que hacerles creer a los monstruos que nosotros somos más feos, monstruosos y  feroces que ellos. 

 

Como podremos hacer eso hijo mio. 

 

Fácil papa. Si miras bien las calabazas parecen cabezas enormes. Como esta de noche los monstruos no podrán saber si son seres vivos o calabazas, así que cojamos todas las calabazas que llevamos y hagámosle con los cuchillos huecos en forma de ojos, nariz y boca. Bien feas y terribles, luego las pondremos por todo el campo alrededor y dentro de ellas colocaremos un pedazo de madera con fuego. así brillaran los ojos, la nariz y la boca como si fueran demonios que están por todas partes. 

 

El padre medito un poco y le dijo. Hijo eres muy inteligente. Como no tenemos otra alternativa, hagamos lo que dices. 

 

Y dicho y hecho. Todos comenzaron a abrir las calabazas y a hacer figuras de demonios con ojos, bocas y narices que desprendían fuego. Luego rápidamente las fueron llevando alrededor de la carreta donde ellos estarían escondidos.

 

Cuando hacían esto los monstruos seguían acercándose y cuando decenas de calabazas se encontraban ya ubicadas y encendidas, los monstruos vieron que en  todo el campo alrededor de el camino había decenas de ojos que los miraban amenazantes. 

 

Siendo estos seres de cabeza redonda y ojos de fuego desconocidos para los monstruos, estos  no sabían que hacer y de&