Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

408. El peor enemigo

November 23, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 41
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
408. El peor enemigo
Show Notes

Había una vez un hombre que vivía alejado de la civilización, se había pasado toda la vida lejos de cualquier pueblo o ciudad. Por años vivía en una área rural y se alimentaba básicamente de lo que cultivaba. El hombre después de muchos años sintió que sus fuerzas le estaban faltando y sentía un extraño dolor en el pecho. Preocupado hizo lo que nunca había hecho. Tomo un par de cosas, las coloco en un pequeño saco y comenzó a caminar hacia el camino más cercano. Aquel camino que algunas veces había utilizado para intercambiar sus cultivos por comida y alguna vestimenta. 

 

Cuando llego al camino, cansado y pálido se acostó, con la fortuna de que paso por allí en ese preciso momento un príncipe que al verlo en tan mal estado, hizo que sus pajes, lo subieran al coche dorado en que se movilizaba. El hombre nunca había visto el oro y se maravillaba de el resplandor que producía y el color como el sol. 

 

Después de algunas hora finalmente llegaron al palacio, y el príncipe mando a llamar al medico real para que lo examinara. Mientras llegaba el medico el príncipe hizo trasladar al viejo moribundo a una habitación. 

 

El viejo dormido fue llevado a la cama y acostado allí sin que se despertara. Paso todo el día dormido y a la mañana siguiente, ya descansado un poco, pero todavía con dolor en el pecho, se levantó de la cama y mirando a su alrededor no podía creer en lo que veía. Con sus ojos viejos veía un grupo de personas que lo estaban mirando, todas ellas lo estaban rodeando y todas ellas no le quitaban la atención. Todos ellos vestidos de igual manera y todos tenían la misma cara. 

 

El viejo no reconocía aquellas personas y peor aún lo miraban con extrañeza directamente y luego lo miraron con susto y luego con cierto enojo. Trato de ocultarse de nuevo en su cama, pensando que era un mal sueño, pero al abrir los ojos allí estaban todos mirándolo. Como era un hombre de campo rudo decidió defenderse y enfrentar a los intrusos, pero para su sorpresa vio que si el los miraba amenazante ello igualmente lo miraban amenazantes y eran muchos. Si levantaba un brazo para atacarlos, veía que ellos igualmente levantaban un brazo amenazante y eran muchos. 

 

Su corazón comenzó a sentir temor real de que aquellos hombres los fueran a lastimar y sentía como este comenzaba a palpitar cada vez con más fuerza. Decidió gritarles y escucho un sonido que repetía lo que el decía y esto aumento más su confusión. 

 

Finalmente, confundido, asustado y enojado el nivel de angustia lo sobrepaso.

 

Y el medico llego y al entrar encontró un pobre anciano tirado en el suelo con una mueca de dolor y cientos de imágenes de el mismo reflejándose en el cuarto de los espejos.

Esta habitación estaba decorada por todas partes de espejos. Cada una de las paredes estaba cubierta de abajo hacia arriba de espejos, lo que producía un efecto de infinito con el que el príncipe disfrutaba ya que el reflejo de uno se dirigía hacia el otro y así parecía un túnel permanente. El viejo que nunca había estado frente a un espejo y menos frente a decenas de ellos Había muerto atacado por el peor de los enemigos. El mismo.