Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

252. Dédalo e Ícaro (Leyenda Griega)

April 07, 2021 Juan Betancur Season 3 Episode 48
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
252. Dédalo e Ícaro (Leyenda Griega)
Show Notes

Había una vez rey llamado Minos, que gobernaba la Isla de Creta en el mediterráneo Griego. Minos era hijo de Zeus y Europa. Minos le pidió al Dios Poseidón que le hiciera salir un toro del mar para sacrificarlo en su honor. Cuando Minos vio el toro le pareció tan bello que decidió conservarlo incumpliendo lo prometido a Poseidón. Poseidón sintiéndose engañado decidió castigar a Minos e hizo que su esposa Pasifae se enamorara del Toro, y de esta unión nació un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que era fiero y cruel. 

 

Por aquellas épocas llego a Creta un hombre llamado Dédalo que era reconocido como un hábil arquitecto, herrero, escultor y artesano. Dédalo desterrado de Atenas su ciudad natal al ser acusado de matar a su sobrino Perdix, empujándolo desde una risco y quien fue convertido en una perdiz por la diosa atenea. Dédalo desterrado vago por muchas tierras hasta que llego a la isla de Creta. 

 

Cuando el Rey Minos se entero que Dédalo vivía en su isla lo mando a llamar y le pidió que le construyera un laberinto prisión para el Minotauro, la bestia que solo comía carne humana. Dédalo un hombre ingenioso ideo y construyó un gigantesco laberinto con incontables pasillos en todas direcciones que se entrecruzaban entre si y que no permitían salir de el. 

 

El rey Minos encerró al Minotauro allí y encantado con el trabajo de Dédalo y le encargo muchos mas trabajos, pero Dédalo quería salir de Creta y recorrer otros lugares. Un día fue a visitar al rey Minos y le pidió que lo dejara salir de Creta y el Rey temeroso de que Dédalo revelara a otros como salir del laberinto ordeno encerrarlo a el y a su hijo Ícaro en una torre alta de su palacio. 

 

Allí dédalo y su hijo pasaron meses encerrados hasta que Dédalo comenzó a planear su fuga. Desde la torre podía observar el vuelo de los pájaros y pacientemente fue llevando un registro de los diferentes movimientos que las gaviotas y pelicanos hacían cuando estaban volando y observo como ellas batían sus alas para elevarse y como planeaban sin necesidad de mover sus alas y como finalmente movían las alas para aterrizar. Durante estos meses de observación fue  recogiendo las plumas que los pájaros dejaban en la torre y  comenzó a idear la construcción de un par de alas uniéndolas con cera de una colmena de abejas que había allí mismo. 

 

Con la habilidad de artesano, fue organizando las plumas de menor a mayor uniéndolas con un hilo y manteniéndolas juntas utilizando la cera de las abejas. Luego las pego a sus brazos e imitando el vuelo de los pájaros salto de la torre pasando sobre  el palacio sin ser detectado. Luego regreso triunfante a lo alto de la torre y entusiasmado construyo un par de alas para su hijo Ícaro. 

 

Luego con cuidado fue enseñando a su hijo lo que había aprendido de observar las aves y como el podía imitar el mismo movimiento con las alas de plumas que le había construido. Finalmente se prepararon para escapar volando. Dédalo le dio los últimos consejos a Ícaro.

 

Vamos a volar con estas alas hacia el mar, pero debes seguirme siempre y yo seré tu guía. Recuerda nunca volar muy bajo porque se te pueden mojar las plumas y caerías. Igualmente y esto es muy importante, no vueles muy alto porque el sol puede derretir la cera de tus alas. Debes seguirme de cerca siempre. 

 

Y el momento llego, Dédalo salto de la torre seguido de su hijo Ícaro y juntos planearon al salir de la torre y fueron ganando velocidad y ambos comenzaron a mover sus alas ganando altura y pasando sobre las murallas de la ciudad hacia el mar. Y desde lo alto podían observar la costa y los barcos en el mar. 

 

Y todo iba según lo planeado, Dédalo iba adelante mientras se alejaban de Creta e Ícaro lo seguía de cerca manteniendo distancia entre el mar y el sol. Pero a medida que cru