Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

260. El hijo del pescador (Infantil)

April 28, 2021 Juan Betancur Season 3 Episode 56
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
260. El hijo del pescador (Infantil)
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Había una vez un pescador que vivía con su mujer y ocho hijos en un lugar donde siempre se tenia que cumplir lo que se prometia . Todos los días el pescador sacaba una gran cantidá de pescados. Los hijos más grandecitos vendían el pescado en el pueblo y con eso se mantenía la familia.

Un día, el pescador volvió a la casa sin nada porque no había podido pescar. Esa noche se tuvieron que acostar sin comer. La madre les contaba cuento a los hijos para entretenerlos y para que no lloraran de hambre.

Al segundo día le pasó lo mismo al pescador y los hijos lloraban de hambre y él no sabía que hacer, desesperado.

Al tercer día tampoco sacaba nada. Entonces se acordó que su abuelita contaba que eso hacían las sirenas del mar cuando se querían casar, para que les llevaran un esposo. Entonces, desesperado, se puso a gritar:

-Sirenitas, sirenitas del mar, por la virtud que Dios te ha dado, dame pescados y te daré a mi hijo para que sea tu esposo.

Entonces oyó una voz que decía en el mar:

-Está bien, te daré pescados, pero si no cumples te morirás de hambre con tu familia.

En ese mismo momento se le llenaron las redes de pescados. Entonces le dijo a la sirena que dejaba clavado el machete adentro del agua y que mandaría al hijo a llevarlo, y que ahí ella podía aprovechar y entrarlo a su reino y casarse con él.

Cuando volvió a la casa todos se pusieron contentísimos. Comieron pescados y vendieron una gran cantidád. El pescador estaba triste porque tenía que perder al hijo mayor que tenía diez y seis años.

A la noche la mujer le preguntó cómo había hecho para conseguir tanto pescado. El pescador le contó en secreto lo que había pasado y que al día siguiente tenía que entregar al hijo mayor. El hijo había oído todo y pensó cómo tratar de salvarse. Al día siguiente el pescador lo mandó al hijo que le sacara el machete.

El muchacho llegó a la orilla del mar, trató de agarrar el machete y unas oleadas trataron de envolverle. De un salto salió a la orilla. Cuando las olas volvieron adentro, de otro salto agarró el machete y salió corriendo. Y así se salvó. Entonces se sentó, lejos de la orilla, y se puso a pensar qué podía hacer porque, si volvía a su casa el padre en alguna forma le iba entregar a las sirenas. Entonces resolvió ir a correr mundo, y tomó su machete y se fue.

Al rato vio un perro, un tigre, un león, un águila y una hormiga que se peleaban por una res muerta. Cuando lo vieron al joven lo llamaron. Fue el perro y le pidió en nombre de todos que les hiciera una buena repartición. El joven fue y con su machete partió la res y le dio los cuartos al león, el pecho y las costillas al tigre, las dos espaldas al perro, los lomos al águila y el espinazo con la cabeza a la hormiga.

Entonces el tigre dijo que cada uno le iba a dar una virtud en agradecimiento. Entonces el tigre le dio unos pelos del lomo, el león también le dio unos pelos del lomo, el perro le dio unos pelos de la cola, el águila unas plumitas y la hormiga la punta de la patita. Con eso el joven se podía convertir en todos esos animales. Tenía que decir: Dios y tigre y se convertiría en tigre. Dios y águila y se convertía en águila, y así con todos. Después tenía que decir: Dios y gente, y se volvía hombre.

El joven siguió. En cuanto entró en el monte, probó, y se convirtió en todos esos animales, en cuanto decía esas palabras.

Siguió el camino y vio a la distancia una gama. Entonces dijo: Dios y perro. Se convirtió en perro y cazó la gama. Entonces dijo: Dios y gente, y se convirtió persona. Carneó la gama y la asó. Comió y siguió el camino. Entonces dijo: Dios y águila. Se convirtió en águila y salió volando.

Anduvo por el mundo diez años. Anduvo por todos los pueblos y este joven se educó y aprendió mucho.

Un día que volaba hecho águila, divisó en el medio del mar un gran palacio y bajó. Entonces dijo: Dios y gente