Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

265. Amemasu (Leyenda Japón)

May 19, 2021 Juan Betancur Season 3 Episode 61
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
265. Amemasu (Leyenda Japón)
Show Notes

Habia una vez un mundo Ainu en lo que hoy conocemos como Japon, donde vivía un pez gigante Amemasu y su tamaño es mas grande que una ballena. Cuentan los Ainu que este pez vive en el lago Kussharo y  es tan grande que su figura puede verse a lo largo del lago y su cola llega hasta la desembocadura del rio Kushiro. 

 

Un día un Ainu decidió cazar al pez Amemasu y con su arpon se paro en una roca del lago y espero hasta que vio al pez, cuando el pez salió a la superficie, el Ainu le lanzo su arpon y golpeo un ojo del pez. Amemasu sintió el dolor del arpon, pero tiro fuertemente. El Heroe Ainu, amarro la cuerda de su arpon  a la roca en que estaba parado y el pez tiro tan fuerte que saco la roca del lago formándose la isla que existe en el medio del lago.

 

Tiempo después el pez vio un ciervo tomando agua en las orillas y Amemasu se 

abalanzó sobre él y lo engulló sin digerir. El ciervo, dentro del estómago del pez, comenzó a llorar unas lágrimas tan puras, que perforaron el estómago de Amemasu, matándolo y dejando al cervatillo en libertad.

 

 

Un pájaro, que vio toda esta historia voló hasta las aldeas cercanas advirtiendoles que se refugiaran, ya que se avecinaba una catástrofe. La aldea de los Ainu hizo caso a las advertencias del pájaro y subieron a los montes más altos que encontraron, pero las demás aldeas quisieron ir a investigar al lago Mashu. Una vez allí, los aldeanos decidieron comerse el cuerpo de Amemasu sin guardar ningún respeto por aquel animal.

 

Cuando el cuerpo de Amemasu desapareció, el cuerpo de aquel pez dejo salir el agua de su interior y estas arrasaron todas las aldeas cercanas, matando a todos aquellos que no respetaron a Amemasu.

 

Los Ainus, fueron los únicos sobrevivientes, perduraron durante millones de años y cuentan que cada vez que un tsunami afecta a la isla se debe a la ira de Amemasu, dios de las aguas japonesas, en venganza de todos los atroces crímenes que se cometen contra los animales marítimos. Sin embargo, a pesar de los numerosos tsunamis que han asolado Japón, la aldea de los Ainu, nunca ha sufrido las terribles consecuencias de uno de éstos.