Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

266. Zanahary y sus hijos (Mito Madagascar)

May 22, 2021 Juan Betancur Season 3 Episode 62
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
266. Zanahary y sus hijos (Mito Madagascar)
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Había una vez un mundo Malgache, en las tierras  que hoy conocemos como Madagascar un Dios creador llamado Zanahary. 

 Este dios tenia  tenía tres hijos: Ramasoandro; Ravolana; y Rahona. Al hacerse mayores de edad, Zanahary decidió repartir su herencia entre sus hijos. De este modo los reunió y les dijo:

 

"Ramasoandro, tu que eres mi primogénito te daré doce cebúes.

Ravolana, tu que eres mi hija preferida, a ti te otorgaré siete cebúes.

Y a ti Rahona, mi hijo pequeño te quedarás con un único cebú.

Hijos míos, cuidad bien de vuestra herencia, porque yo no viviré eternamente y tenéis que aprender a cuidar de vosotros mismos."

 

Cada hijo cogió sus cebúes y regresaron a casa. Pasaron los años y un día Zanahary cayó enfermo y el mpimasy (el curandero o brujo adivino) le dijo que el único remedio era la sangre de cebú, por lo que hizo mandar un mensajero a buscar un cebú a casa de Ramasoandro.

 

"Ramasoandro tiene muchos cebúes, seguro que no le pasaría nada si me diera uno para salvarme la vida" pensó Zanahary.

 

Pero cuando el mensajero expuso a Ramasoandro el problema y cuál era la solución, éste contestó:

 

"Lo siento, pero no puedo dar ninguno de mis cebúes. ¿Por qué mi padre habrá pensado primero en mi, si somos tres hermanos? Ve a ver a mi hermana, ella te dará uno."

 

El mensajero fue a casa de Ravolana, la cual dijo:

 

"Mi hermano tiene más cebúes que yo. No puedo darte ninguno, porque como ves tengo muchos hijos (refiriéndose a las estrellas) y me gustaría que cuando yo muriera tuvieran por lo menos un cebú cada una. ¿Por qué no vas a hablar con Rahona? Estoy segura de que te lo concederá.

 

El mensajero llegó entonces a casa de Rahona y le contó que su padre estaba muy enfermo y que su único remedio era la sangre de cebú. Rahona le cortó inmediatamente:

 

"¿Y cuál es el problema? Ahora mismo te daré un cebú. De hecho te acompañaré al palacio porque no quiero que mi padre muera.

 

Al llegar a palacio, el mpimasy preparó el remedio y el enfermo se curó. Entonces hizo llamar a sus hijos y les dijo:

 

"Ramasoandro, puse toda mi esperanza en ti al darte los doce cebúes, sin embargo me encuentro muy decepcionado con tu egoísmo.

Ravolana, eres una chica buena ya que has pensado en el futuro de tus hijos, pero te has olvidado de que yo soy tu padre y que me estaba muriendo.

Rahona, me alegra saber que no me guardas rencor por haberte dado un solo cebú. Tu generosidad me ha salvado la vida.

A partir de ahora, Ramasoandro y Ravolana, tendréis que acatar y mostrar respeto ante vuestro hermano menor. Ramasoandro: Tu subirás  al cielo y brillarás solamente durante el día. Y así creo el sol. Ravolana: Tu también subirás al cielo y brillarás solo de noche con tus hijos, creando la luna y las estrellas. Y tu Rahona. Mi hijo subirás también al cielo y viajaras día y noche pero tendras el poder de ocultar a tus hermanos. Así que ellos no podrán mostrar ninguna luz cuando tu pases frente a ellos como muestra de respeto hacia ti. 

 

Y así desde aquellas épocas, cuentan los Malgache que el sol solo sale  de día, la luna y las estrellas de noche y todos se ocultan ante la presencia de Rahona, las nubes. Como lo ordeno el Dios Zanahary.