Habia una vez un reino muy prospero y rico. El rey de el pueblo era un hombre justo ya que había sido educado por un sabio que lo acompañaba a todas partes. En el reino todos estaban felices de contar con un rey tan bueno y preocupado por su gente.
En el reino solo había un pozo del que todos sacaban el agua para beber, el pozo de la plaza del pueblo. Por decreto real solamente se podía beber de este pozo y ninguna otra fuente de agua estaba permitida para el consumo humano.
Todos en el pueblo obedecían el decreto y el mismo rey y su sabio mentor daban ejemplo y cada que tenían sed iban hasta cabalgando hasta la plaza del pueblo y bajándose de su caballo recogían agua del pozo de aguas permitidas y saciaban su sed.
Una noche llego hasta las puertas del pueblo una vieja harapienta que se identifico como una viajera proveniente de otro reino y solicito que le dejaran tomar un poco de agua. Los guardias de la ciudad le dejaron entrar pero por ser extranjera le advirtieron que no podría tomar agua del pozo de la plaza del pueblo ya que este estaba dedicado para el consumo humano de los habitantes del reino. En cambio le ofrecieron que tomara de los pozos de agua dedicados a los animales y a las labores de limpieza.
La vieja que en realidad era un bruja, se sintió ofendida y furiosa por el trato despectivo que los guardias le habían dado se acerco por la noche al pozo central de la plaza del pueblo y sacando una botella oscura de sus ropajes dejo caer un liquido oscuro en aquel pozo.
Luego se marcho cubierta por la oscuridad de la noche.
Al dia siguiente, como siempre sucedia dia tras dia, los habitantes del pueblo se acercaron al pozo y tirando de el cubo recogieron el agua para saciar la sed del dia, sin saber que aquella bruja había envenenado el agua. Con el transcurrir del dia los habitantes comenzaron a sentir que su juicio se iba perdiendo y todos y cada uno de ellos comenzaron a percibir la realidad de forma diferente.
Su comportamiento antes pulcro y cuidado se volvió descuidado y peligroso. Los hombres y las mujeres del pueblo comenzaron a proferir improperios y por cualquier detalle comenzaban a discutir e insultarse.
El ambiente calmado y fraternal del reino fue desapareciendo rápidamente a medida que el dia avanzaba y los habitantes iban ingiriendo aquel agua del pozo.
Al caer la tarde la noticia de la transformación del reino había llegado a oídos del rey y este se reunió con su sabio amigo a discutir que estaba sucediendo con sus súbditos.
El sabio recordó que alguna vez en otro reino le habían relatado como una bruja había envenenado el agua de el pueblo y como algunos habitantes habían perdido la razón. Y siendo que por decreto todos y cada uno de los habitantes debías tomar agua de un solo pozo, todo los habitantes del reino hoy estaban convertidos en seres terribles y antisociales.
El rey preocupado tomo su caballo y en compañía de su amigo el sabio viajo al centro del pueblo, para constatar que estaba sucediendo y para su pesar confirmo que sus amados súbditos estaban ahora presos de la locura.
Y cuando los habitantes los vieron llegar, comenzaron a decir que el rey y el sabio actuaban de forma extraña, no como ellos y todos comenzaron a tildarlos de locos.
El rey desesperado de ver como su pueblo se levantaba contra ellos, llamo a su amigo el sabio y le pregunto que podían hacer para volver a la normalidad.
El sabio se acerco a la fuente, tomo un poco de agua en una copa y bebiendo antes se lo paso a su rey que de inmediato tomo de la copa de agua e inmediatament todos, absolutamente todos en el reino vivieron vieron como su rey y su sabio amigo habían&