Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

281. El Perro y el Lobo

August 23, 2021 Juan Betancur Season 4 Episode 8
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
281. El Perro y el Lobo
Show Notes

Había una vez un lobo que entro a un pueblo ya que estaba muriéndose de hambre, El lobo ya estaba tan flaco que no tenía más que piel y huesos ya que los perros vigilantes de las ovejas no lo dejaban acercarse para atacar algún animalito descuidado. Cuando entro al pueblo encontró un perro gran danés, enorme y bien alimentado que caminaba desprevenido por las callejuelas de aquel pueblo. El lobo hambriento como estaba pensó que de pronto podría atacarlo y comérselo, pero el tamaño y la contextura física de aquel animal, realmente lo intimidaba. 

 

Astuto como era el lobo decidió mas bien acercársele zalamero y le dice al perro. Que fuerte y enorme eres… se ve que te alimentas adecuadamente. Yo en cambio mira estoy hecho andrajos y mis huesos salen por mi piel. 

El perro mira aquel lobo desnutrido y con palabras altisonantes le dice -No estás tan bien como yo porque no quieres -contesta el Perro-: deja el bosque; los tuyos, que siempre se esconden en el bosque muertos siempre de hambre. ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la ventura! ¡Siempre al atisbo de lo que caiga! Sígueme y tendrás mejor vida.

Preguntó el Lobo:

-¿Y qué tendré que hacer?

-Casi nada -repuso el Perro-: el truco en el pueblo es muy simple. Si ves a alguien caminado comiendo algo simplemente te le acercas y le haces ojos de que quiere comer. Siempre alguno de dará algo de lo que come. Escoges un hombre o una familia y te dejas acariciar de ellos, ellos en contraprestación de dejaran vivir en su casa y te alimentaran a cuerpo de rey y solamente tienes que aprender que cuando te pongan un nombre y lo pronuncien solo te acercas a ellos moviendo la cola. Con eso es suficiente para que prodiguen todos los cuidados y la comida que quieras cuando tu quieras. Te aseguro que todos los días tendras un pedazo de carne, algunas huesos grandes y jugosos y agua para saciar tu sed. 

Y además te prodigaran caricias y una buen cama acolchada donde puedas descansar durante la noche y el día. 

 

El Lobo, al oír esto sintió que aquel perro le abría una luz de esperanza. Pensó inmediatamente que espectacular sería su vida, viviendo entre los hombres del pueblo y no en el bosque. Se imaginaba comiendo y viviendo con toda tranquilidad. De pronto vio que aquel perro tenia algo que le rodeaba el cuello, era una especie de tira con un anillo. 

 

Y le pregunto al perro. 

 

Dime que es eso que llevas en el cuello. 

Esto no es nada importante. Poca cosa. 

Es simplemente el collar con que me atan cuando quieren que haga algo o que debo obedecer a algúna orden del dueño de la casa. 

Realmente no soy tan libre ya que tengo que llegar a casa a determinada hora y no puedo recorrer el mundo.

El lobo mirando a aquel perro de frente le dijo. 

No puedes ir al bosque y recorrer las tierras libremente. 

 

Pues no contesto el perro. Solo si mi dueño me lleva y nunca me llevan. Y no puedo salir de algunas calles mas alla de la casa del hombre. 

 

El lobo se quedo pensativo sobre su vida libre y finalmente le dijo

Lo siento mi amigo pero mi libertad no la puedo cambiar por un plato de comida y dándose media vuelta regreso al bosque desde donde todas las noches de luna llena canta de alegría de vivir siempre libre.