Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

309. El arbolito de navidad (Infantil)

December 21, 2021 Juan Betancur Season 4 Episode 36
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
309. El arbolito de navidad (Infantil)
Show Notes

En una pequeña ciudad había una sola tienda que vendía árboles de Navidad. Allí se podían encontrar árboles de todos los tamaños, formas y colores. El dueño de la tienda había organizado un concurso para premiar al arbolito más bonito y mejor decorado del año y lo mejor de todo es que sería el mismo San Nicolás quien iba a entregar el premio el día de Navidad. Todos los niños de la ciudad querían ser premiados por Santa y acudieron a la tienda a comprar su arbolito para decorarlo y poder concursar.

Por su parte, los arbolitos se emocionaban mucho al ver llegar a los niños. Cada uno de los abetos quería ser el elegido y les gritaban: '¡A mí... a mí... mírame a mí!' Cada vez que entraba un niño a la tienda era igual, los arbolitos comenzaban a esforzarse por llamar la atención y lograr ser escogidos.

'¡A mí que soy grande!', '¡no, no a mí que soy gordito!' o '¡a mí que soy de chocolate!' o '¡a mí que puedo hablar!'. Se oía en toda la tienda. Pasando los días, la tienda se fue quedando sin arbolitos y solo se escuchaba la voz de un arbolito que decía: 'A mí, a mí... que soy el más chiquito'.

A la tienda llegó, casi en vísperas de Navidad, una pareja que quería comprar un arbolito.

El dueño de la tienda les informó que el único árbol de Navidad que le quedaba era uno muy pequeñito. Sin importarles el tamaño, la pareja decidió llevárselo.

El arbolito pequeño se alegró mucho pues, al fin, alguien lo iba a poder decorar para Navidad y podría participar en el concurso.

Al llegar a la casa donde vivía la pareja, el arbolito se sorprendió: '¿Cómo siendo tan pequeño, podré lucir ante tanta belleza y majestuosidad?', se decía a sí mismo.

Una vez que la pareja entra a la casa, comenzaron a llamar a la hija: '¡Regina!... ven... ¡hija!... te tenemos una sorpresa'. El arbolito escuchó unas rápidas pisadas provenientes del piso de arriba.

Su corazoncito empezó a latir con fuerza. Estaba dichoso de poder hacer feliz a una linda niñita.

Al bajar la niña, el pequeño arbolito, se impresionó de la reacción de esta:

- ¿Esto es mi arbolito? Yo quería un árbol grande, frondoso, enorme hasta el cielo para decorarlo con miles de luces y esferas. ¿Cómo voy a ganar el concurso con este arbolito enano? - dijo la niña entre llantos.

- Regina, era el único arbolito que quedaba en la tienda - le explicó su padre.

- ¡No lo quiero! Es horrendo... ¡no lo quiero!, - gritaba furiosa la niña.

Los padres, desilusionados, tomaron al pequeño arbolito y lo llevaron de regreso a la tienda. El arbolito estaba triste porque la niña no lo había querido pero tenía la esperanza de que alguien vendría a por él y podrían decorarlo a tiempo para la Navidad. Unas horas más tarde, se escuchó que abrían la puerta de la tienda.

'¡A mí... a mí... que soy el más chiquito!', gritaba el arbolito lleno de felicidad. Era una pareja robu