
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
446. La tortuga y el zorro (Infantil)
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Había una vez una tortuga de agua que vivía en un pequeño rio, el tortuga había decidido explorar la playa para ver si allí había algunas plantas que ella no hubiera probado antes. Y efectivamente la tortuga encontró una enredadera que había salido desde el bosque y se había desplegado por toda la playa. La tortuga que no había salido nunca del agua se sorprendió de ver que esa enredadera era tan sabrosa. Así que se decidió a ir a comerla toda, siguiendo la enredadera llego hasta el bosque y allí se internó. El bosque ofrecía toda clase de hojas deliciosas y la tortuga se quedó allí probando cada hoja extraña.
Obviamente siendo una tortuga de agua no podía vivir mucho tiempo fuera del agua así que cuando el sol del medio día comenzó a calentar el bosque la tortuga se sintió acalorada y deshidratada, y cuando decidió regresar vio que efectivamente estaba perdida. No encontraba el camino por donde había ingresado y su cuerpo comenzaba a sentirse más y más reseco.
Mientras la tortuga daba vueltas y vueltas por el bosque buscando por donde salir, apareció por allí un Zorro. El zorro andaba buscando algo que comer. No había casado nada y sentía la boca del estomago doliéndole. De pronto vio el zorro a la tortuga de agua y el estómago le salto de alegría. Ágil como era, el Zorro salto y cayó al lado de la tortuga de agua. Y luego le dijo
Hola tortuga, que alegría verte por aquí en el bosque. Tu vas a tener el placer hoy de ser mi almuerzo. Ya mismo te capturo y te voy a poner en el fuego para cocinarte y para comerte.
La tortuga que pese a estar perdida era muy inteligente le dijo;
En el fuego…. Jajaja. Que zorro tan ignorante eres tu. No sabes acaso que nosotras las tortugas tenemos este caparazón que es diseñado para resistir cualquier fuego. Solo tengo que meterme en mi caparazón y por mucho que tu trates de colocarme en el fuego yo podre resistir dentro de mi caparazón hasta que el fuego se agote. Y tu no podrás comerme y solo conseguirás ensuciarme un poco con la ceniza del fuego.
El zorro le dijo. Ok entonces simplemente te pondré boca arriba y el sol se encargará de cocinarte lentamente. Es de todos sabidos que la parte más deliciosa y blanda de las tortugas en el la parte inferior … Eso voy a hacer. Te pondré con la pansa hacia arriba y cuando mueras me comeré todo de ti.
La tortuga, que sabía que esto sería fatal para ella dijo sin mostrar ningún nervio.
Delicioso. Se ve que sigues siendo un ignorante. Si lo que siempre hemos soñado las tortugas es encontrar a alguien que nos permita mostrar la panza al sol y asi broncearnos un poco. Te agradecería mucho que lo hicieras lo antes posible. Un zorro adulto como tú, y no sabes que el sol me hace bien y mi caparazón no se abre si yo no quiero.
El zorro que no se esperaba esa respuesta se sintió de nuevo humillado y con vos altanera dijo.
-Entonces te tomare entre mis fauces y te llevare a lo alto de la colina y desde allí te dejare caer por un precipicio hasta que te golpees con las piedras y así tu caparazón se partirá y yo podre comerte.
La tortuga que sabía que esto sería terrible para ella simplemente estalló en carcajadas, como si el zorro le estuviera diciendo la mayor broma de la vida. Y con vos sarcástica le dijo
-Eres el ser más más tonto que yo haya visto en este mundo. Si haces algo así solo conseguirá que las piedras sobre las que caiga se conviertan en polvo. No sabea acaso que el caparazón de las tortugas es tan fuerte y resistente que nada nos pasa si caemos de muchos metros de altura definitivamente eres muy tonto
Le zorro que ya estaba furioso por la insolencia de aquella tortuga solo atinó a decir… Está bien si el fuego, el sol