Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
611. Heracles y el Jabalí de Erimanto
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Juan David Betancur Fernandez
elnarradororal@gmail.com
Hoy continuamos con otra de las 12 tareas de hercules.
Había una ver un héroe griego semi dios llamado Heracles o hercules para los romanos
Heracles como veíamos hace algunos cuentos atrás había cometido el peor de los crímenes contra su propia famila y necesitaba pedir perdón y lo obligaron a ser el esclavo de el rey Euristeo y tenía que hacer lo que este rey le ordenara. Después de cazar al leon de nemea, a la hidra de lerna y de atrapar a la cierva de cerinia
Euristeo que ya estaba cabezon con la eficiencia de hercules le dijo.
Entonces Heracles… ahora si te voy a poner algo tenaz. Te toco ir.a atrapar el Jabali de erimanto
El jabalí que vivía en la montana de erimanto tenía fama mundial por que era bien malo,
Pero no solamente tenía que atraparlo, lo tenía que traer al palacio de el; rey Euristeo.
Debía cazar al jabalí de Erimanto y debía, ahí es nada, traerlo vivo a palacio.
¿Y qué tenía de especial este jabalí para que Euristeo lo considerase una presa tan preciada?, El jabalí era tan fuerte que era capaz de tumbar un árbol de un solo envion y tenía la fea constumbre de matar el ganadito y a los hombres que por allí se veían caminando. Ese jabalí era bien mala leche.
. Todos los días el jabalí bajaba de su guarida en la montaña atacando, hiriendo y comiéndose cuanto se encontraba en su camino. Una presa complicada, como siempre, a la que se debía enfrentarse Hércules.
En cuanto le asignaron ese trabajito Heracles se puso en camino pero al poner la dirección en su gps se dio cuenta que eso estaba bien lejos y decidio parar donde su amigo el centauro Folos para descansar y tomarse un buen vinito.
Folos era un centauro, como quien dice mitad caballo y mitad humano. Y le fascinaba el buen vino. Y parece que tomaba bastantico. De ahí viene el dicho de bebe como un caballo.
El punto es que Heracles se sentó a tomar y a tomar vino del bueno durante la noche, pero a medida que pasaba la noche y el vino fluia y la conversación se ponía más interesante a Heracles le fue dando mucha sed y le pidió a su amigo Folos que le regalara un poco de el vino que había escondido el dios Dionisio para ocasiones especiales
Y Folos muy amablemente saco de la cueva el vino y comenzó a servirlo. Pero como este vino era tan exquisito y producia un olor tan estupendo los demás centauros lo olieron y desde leguas a la redonda comenzaron a correr hacia donde estaba Heracles y su amigo Folos.
Y allí llegaron los demás centauros en tropel y bastante enojados porque cada que ellos le pedían a Folos que sacara el vino de Dionisio, este les decía que no que porque ese vino era solo para las visitas. Así que se aguantaran las ganas.
Y allí llegaron los centauros armados con piedras, hachas, antorchas y rodearon a Heracles y a Folos.
Pero Heracles que no era ninguna perita en dulce se levanto, tomo sus flechas envenedadas con la sandre de la hidra de lerna y saltando por los aires empezó a lanzar flechas envenenadas a diestra y siniestra.
Y allí cayeron muchos centauros y solo unos pocos escaparon con vida.
Pero la suerte no acompano a Folos ya que tomo una de las flechas que habían matado a los centauros y se maravillaba que algo tan pequeño fuera tan mortal, Pero la flecha se le resbalo y le cayo en un pie. Y el veneno hizo efecto y lo mato
Después de derrotar a los centauros y con el corazón