Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
254. Socratea exorrhiza
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Había una vez una zona en el amazonas en el que vivian pacíficamente arboles y animales. La zona tenia una gran cantidad de arboles de diferentes tipos, formas y tamaños. Allí igualmente vivía unos animales muy bellos que deambulaban libremente por entre la vegetación. Cuenta la leyenda que una vez paso por allí un animal que era considerado el mas bello del mundo. El animal tenia un andar muy bello y sus pelambre era sedoso. Ademas se decía que este ser maravilloso era capaz de cantar con los mas bellos tonos posibles.
El animal había recorrido gran parte del amazonas y ahora había llegado a esta área y entre los otros animales se había despertado la envidia y la admiración. Pero el animal acostumbrado a vagar por la amazonia solo se quedaba unos días y después continuaba con su recorrido.
En aquel lugar del amazonas crecia plácidamente una palmera que había visto como el animal había buscado refugio entres sus raíces. Y de ver la belleza de este animal se enamoro profundamente de el.
Y así cuando el animal se recostaba a descansar durante la noche la palmera comenzaba a moverse lentamente hasta crear un movimiento que hacia que el animal durmiera plácidamente. Y así pasaron los días y la relación del animal fabuloso y aquella palmera se fue haciendo mas y mas cercana. El animal cantaba bellas canciones y la palmera sentía que aquellas canciones eran su vida.
Pero el tiempo paso y el animal sintió que debía continuar su trayecto y decidió partir. Con dulzura el animal le dijo a su palmera que pronto debían partir. La palmera sintió un dolor profundo dentro de su tronco. El dolor de saber que pronto aquel animal partiría y que el no lo podría seguir por estar amarrado a un solo lugar como todos los arboles del mundo.
La conocida Socratea Exorrhiza vio como su animal se despedia y vio como el dolor en su tronco por la partida era totalmente insoportable. Su cuerpo estaba aferrado al lugar donde había nacido, pero su mente estaba en la idea de salir de allí para buscar a su animal.
Un día desesperado por el dolor decidió intentar algo nuevo de su tronco hizo crecer una nueva raíz unos centímetros mas adelante y vio como su cuerpo, que antes era erguido se podía mover algunos centimetros hacia delante, con voluntad y gran esfuerzo había podido caminar unos cuantos centímetros y luego creció otra raíz y luego otra mientras abandonaba aquellas raíces traseras que se iban secando.
Y así aquella palmera, la Socratea, aprendió a caminar por la selva del amazonas y cuentan los habitantes del amazonas que han visto estos arboles viajar en busca de aquel animal fabuloso que les robo el alma.